Category Archives: Blog-Varios

Formación y aprendizaje de la masculinidad sobre la base de la violencia de género en “Los Inocentes” de Oswaldo Reynoso y en “Huerto cerrado” de Alfredo Bryce Echenique

Maricarmen

En el proceso de socialización de jóvenes adolescentes, los modelos masculinos en la literatura ejercen una enorme influencia en la normalización y aprendizaje de conductas y valores. Los hombres son los personajes centrales y las mujeres los incidentales y objeto de violencia permanente en la ficción y en la vida real.

 A través de los personajes Manolo de Huerto cerrado de Alfredo Bryce Echenique y de Cara de Ángel, El Príncipe, Carambola, Colorete y Rosquita en Los Inocentes de Oswaldo Reynoso, nos acercamos a los procesos de construcción de identidades masculinas durante la adolescencia. Cada uno de ellos, sobre la base de la violencia, compite por demostrar su virilidad y por establecer alianzas que aseguren y perpetúen privilegios. Una de las principales estrategias será la promoción, tolerancia y ejercicio (tanto de manera individual como colectiva) de la violencia contra las mujeres como mecanismo de control de las mismas y de inclusión a un sistema de género heteronormativo.

Ambos conjuntos de relatos constituyen colecciones integradas que nos conducen a un tipo especial de novela, la de formación o aprendizaje, también llamada Bildungsroman, una novela que está centrada en el desarrollo del individuo y que ha sido consumida por jóvenes limeños en su adolescencia, principalmente en la escuela.

Foto: Karthik Pasupathy

En estas historias se nos muestran dos procesos análogos de crecimiento y formación. En Huerto cerrado Manolo luchará desde temprana edad contra el proceso de disciplinamiento social que informa como se construye la masculinidad, estará incómodo con él y le producirá malestar. Sin embargo, irá claudicando hasta aprender a interactuar en el mundo con los códigos que impone tener autoridad y dominio sobre las mujeres, así como el ejercicio del engaño y la violencia para mantenerlos.

En Los inocentes, por el contrario, los cinco personajes (Cara de Ángel, El Príncipe, Carambola, Colorete y Rosquita) emprenderán un proceso de socialización que estará basado en demostrar qué tan hombres son, apelando a acciones que demuestren una virilidad exacerbada (robo, violencia sexual, sexo riesgoso, etc.) y teniendo como modelo a emular a un personaje que goza de prestigio y reconocimiento, entre otras cosas, por ser feminicida, Don Miguel, a quien llaman Choro Plantado.

En Los Inocentes, la decisión sobre la vida y la muerte de las mujeres ingresa en la historia, y con ello, en el sentido común de l*s lector*s, sin mayor drama, como un dato más, sin crítica ni arrepentimiento sobre el asesinato, sino como un orden natural de los hechos. Él la mató porque “lo peor que le puede pasar a un hombre es que lo hagan cojudo”. Se transmite, sin problema, ese mandato de la masculinidad, la necesidad de matar a las mujeres por un tema de honor masculino.

A lo largo de los diferentes relatos podemos constatar que ni la cárcel ni el tiempo han logrado que Don Miguel (Choro Plantado), cambie un ápice lo que piensa sobre las mujeres. Una desconfianza que parte de su propia inseguridad, de la necesidad de asegurar control y autoridad sobre ellas para mantener el prestigio sobre sí mismo. Así Choro Plantado mantiene lo que siempre ha tenido, la complicidad, justificación y aceptación de quien lo escucha y de la comunidad.

Así, el discurso y el ejemplo van calando en los sentidos comunes y en las reglas de relacionamiento que aprenden los hombres, los límites de miedo, pena, desazón y rabia que se convierten en lo único que están autorizados a sentir. Rabia que se direcciona hacia las mujeres cuando son, o temen ser, rechazados.

Pese a las diferencias del entorno, Los personajes de Los Inocentes tienen similitudes con Manolo, de Huerto cerrado. A la misma edad, todos viven el proceso de aprendizaje y crecimiento con extrañeza y dolor, tratando de llevar adelante tácticas que les permitan convivir en ese mundo que tiene como estrategia hacer de los hombres instrumentos de control, entre los propios hombres, y de dominación de las mujeres. Es en el escenario de lo cotidiano donde éstas se presentan, la táctica como recurso del débil para contrarrestar la estrategia del fuerte.

Por ejemplo, Manolo es plenamente consciente de la violencia verbal de sus compañeros hacia las mujeres, condena y reprueba estos actos, pero reconoce que es incapaz de hacer algo para enfrentarlos y cambiar esta situación. Tampoco  tiene reparos en acosar a las chicas que le interesan, conducta que será reiterativa en diferentes edades, desde la adolescencia, hasta su vida universitaria.

En el cuento en que mejor podemos encontrar el cruce de las variables de género y de clase para disciplinar a Manolo es en El descubrimiento de América. El título del mismo es una metáfora que alude a la conquista de una mujer como un territorio, el que será construido para ser apropiado en términos del otro masculino. Para ello, primero elige al objeto del deseo y, luego, continúa con el asedio, que ya era en él una costumbre instalada. Manolo, ya joven universitario, encuentra que el triunfo de su deseo sexual lo convierte en un engañador y en un abusador de América. En este acto sexual, si bien no hay indicios de que América se hubiese resistido, hay una nula empatía o preocupación por ella por parte de Manolo y su única preocupación es huir de la situación. Manolo ha sucumbido no solo al deseo, sino a los mandatos de masculinidad y clase que lo han llevado a hacer uso de los privilegios que éstos le brindan, sin importarle los sentimientos o consecuencias para las mujeres, reglas en las que ha sido socializado y bajo las que se espera actúe.

Así, todas las generaciones que, desde hace décadas se socializan con textos de este tipo, especialmente los y las adolescentes, normalizan situaciones de violencia contra las mujeres pues los mensajes vienen de entornos cargados de prestigio y libres de sospecha: la literatura y la escuela.

Entonces, de acuerdo esta revisión, los personajes centrales no podrían ser llamados héroes, se caracterizan por la “extrañeza del mundo”, es decir, su continua incomodidad y malestar ante la situación que los rodea y las obligaciones que ésta les impone. En mayor o menor medida vamos viendo como a lo largo de su proceso de crecimiento, se irán aceptando y dejando de lado las reglas de la masculinidad hegemónica en un juego dialéctico que será ganado por ésta.

En consecuencia estamos, ante un proceso de formación, asimilación o disciplinamiento de adolescentes para los que solo cuentan con modelos de masculinidad que los acercan al sentido común de la violencia de género como estrategia de formación de una identidad socialmente aceptada y que asegura sus privilegios.

Este proceso no está exento de dolor y sufrimiento, todos los personajes, Manolo de Huerto cerrado Alfredo Bryce Echenique y de Cara de Ángel, El Príncipe, Carambola, Colorete y Rosquita en Los inocentes, pagarán el precio de ser diferentes y de tener que acomodarse a mandatos que los violentan, pero que al mismo tiempo les brindan poder. Manolo y Rosquita representarán mejor “la quiebra entre el alma llena de ideales y la realidad que se le opone”[1]. Una historia de desilusión se convierte en una de formación. Una historia de formación de jóvenes que llevan a cabo tácticas que fracasan estrepitosamente ante la estrategia de construcción de hombres adaptados a las reglas de género, de la clase a la que pertenecen y de la violencia contra las mujeres como instrumento para obtención y mantenimiento de privilegios.

 

BIBLIOGRAFIA

Bryce, E. Alfredo

2014 Huerto cerrado. Lima: PEISA.

De Certeau, Michel

  1. “Relatos de espacio”, en La invención de lo cotidiano.

Consulta: 3 de diciembre de 2017.

https://geohistoriahumanidades.files.wordpress.com/2011/03/michel-de-certeau-relatos-de-espacio.pdf

Eslava, Jorge.

2004                            “Huerto cerrado” de Alfredo Bryce Echenique: Una travesía afectuosa y divagante. Lienzo, 0(25), 137-159. Disponible de https://revistas.ulima.edu.pe/index.php/lienzo/article/view/1116. Fecha de acceso. 28 de octubre 2017.

Mora, Gabriela.

1992                “Huerto cerrado de Alfredo Bryce Echenique, colección integrada, cíclica y secuencial de cuentos”. Revista Canadiense De Estudios Hispánicos, 16(2), 319-328. Consulta 4 de diciembre de 2017 http://www.jstor.org.ezproxybib.pucp.edu.pe:2048/stable/27762906

Reynoso Torres, Christian

2016                           “Xuéxi Formación y aprendizaje en Los eunucos inmortales y Babel, el paraíso de Oswaldo Reynoso y Miguel Gutiérrez”. Tesis para optar el título de Magister en Literatura Hispanoamericana. Pontificia Universidad Católica del Perú. Consulta: 1 de diciembre de 2017. http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/123456789/7813/REYNOSO_TORRES_CHRISTIAN_FORMACION_APRENDIZAJE_1.pdf?sequence=5

Reynoso, Oswaldo

2016                “Los inocentes”. Lima. Editorial San Marcos.

[1] Christian Reynoso. Tesis. Pags. 11-12

Tagged , ,

La violencia de género y la comunidad LGTBIQ

Claudia

 

La Comisión Internacional de Derechos Humanos califica los actos de violencia contra mujeres, incluyendo a las mujeres lesbianas, bisexuales y trans, como manifestaciones estructurales e históricas del sexismo, prejuicios contra orientaciones sexuales e identidades de género no normativas, y la desigualdad entre los hombres y las mujeres prevalentes en nuestras sociedades (CIDH, 2015). Estos actos de violencia se caracterizan por ser ciclos continuos de violencia y discriminación que se multiplican por la impunidad y la falta de acceso a la justicia.

                                                                                                                      Foto: CNN.com

Las mujeres lesbianas corren especial riesgo de violencia como resultado de la misoginia y la inequidad de género en la sociedad (ONU, 2015). Aunque se trata solo de la punta del iceberg, como muestra de ello se registraron 55 actos, entre letales y no letales, de violencia contra mujeres lesbianas o percibidas como lesbianas entre enero 2013 y marzo 2014 en 25 Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos (CIDH, 2014).

Un ejemplo de estos actos son las mal llamadas “violaciones sexuales correctivas”, prácticas donde se viola a mujeres lesbianas con el objetivo de sancionarlas y castigarlas por su orientación sexual. La gran mayoría de estos casos no están documentados debido a la falta de denuncias. Para llenar el vacío por la falta de estadísticas, en el 2015 se publicaron testimonios de Perú en el libro Hey, soy gay donde se relatan casos como el de una Arequipeña violada por su tío “para hacerla mujer” (BBC, 2015).

En Ecuador se tienen los casos de los centros de rehabilitación clandestinos que buscan “curar” la homosexualidad a través de agresiones físicas, torturas con electrochoques, violaciones sexuales correctivas también llamadas terapias sexuales, privación de alimentos o consumo de alimentos descompuestos,  entre otros (El Universo, 2013).

La CIDH también visibiliza el problema de la violencia contra mujeres trans como el resultado de diversos factores con efectos multiplicadores, como la exclusión, discriminación y violencia dentro de la familia, las escuelas y la sociedad en general, la falta de reconocimiento de su identidad de género, la participación en ocupaciones que las ponen en mayor riesgo de violencia, y la alta criminalización.

                                                                                                                  Foto: Lau_Lau Chan

Esta violencia generalizada, los prejuicios y la discriminación por la sociedad en general y dentro de la familia, son obstáculos para que las mujeres tengan acceso a la educación, los servicios de salud, vivienda y al mercado laboral formal. Como es el caso de aproximadamente el 90% de mujeres trans en América, las cuales ejercen el trabajo sexual como medio de supervivencia (REDLACTRANS, 2014).

Otra manifestación es la violencia médica, como en los casos de personas intersex. Es importante señalar que la CIDH no tiene datos específicos pues estos actos de violencia son principalmente intervenciones médicas que buscan “normalizar” los genitales y/o cuerpos de las personas intersex, de acuerdo a protocolos médicos aprobados por el Estado. La mayoría de estas intervenciones se realizan sin el consentimiento de la persona intersex, sus padres o madres; además, los sentimientos de vergüenza y temor a la discriminación por parte de la sociedad suman a la invisibilidad de esta forma de violencia (CIDH, 2014).

Se enfatiza que el número de casos registrados es bajo y una de las razones por la que se dificulta la denuncia y visibilización de este tipo de casos es la cercanía que las víctimas tienen con sus agresor*s, que muchas veces son parte de sus familias o entornos conocidos donde se utiliza la heterosexualidad obligatoria como mecanismo de control. Otra razón es el temor a represalias al identificarse como LGTBIQ o porque no confían en la policía y/o el sistema judicial, especialmente al conocerse casos de abusos policiales como actos de tortura, tratos inhumanos y degradantes, y ataques verbales y físicos.

                                                                                                                          Foto: Telegraph

La violencia se reproduce en los servicios e instituciones del aparato de justicia del Estado, primero por la falta de una adecuada protección legal, ya que no existen agravantes por discriminación basada en la orientación sexual e identidad de género en los crímenes de odio. Asimismo, es necesario dar a todas las personas el derecho de reconocimiento de su identidad de género en documentos oficiales. En segundo lugar, para evitar la revictimización se debe capacitar a l*s funcionari*s públic*s para responder y atender de forma correcta a las víctimas, para que mujeres lesbianas, bisexuales y trans ya no sufran de tratos discriminatorios, cuestionamientos reiterados y abusivos sobre su vida sexual por trabajador*s públic*s como oficiales de medicina forense, policías, jueces y juezas, entre otr*s.

Internacionalmente se han definido cinco pasos clave para poner fin a la discriminación y violencia contra la comunidad mundial LGTBIQ, que sólo podrán ser cumplidos a través de una alianza global: despenalización, despatologización, reconocimiento de la identidad de género, inclusión cultural y empatización (ONU, 2016).

Fuentes:

BBC, 2016: Perú “violaciones correctivas, el terrible método para curar” a las lesbianas

CNN, 2017: La compleja realidad de ser gay en América Latina

Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2014: Una Mirada a la Violencia Contra Personas LGBTI

Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2015: Formas y Contextos de la Violencia contra las Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex

El Universo, 2013: En Ecuador hay unos 80 centros clandestinos que ofrecen rehabilitación de adicciones

Organización de las Naciones Unidas, 2016: Discriminación y violencia contra las personas por motivos de orientación sexual e identidad de género

Organización de las Naciones Unidas, 2016: El nuevo experto de la ONU sobre LGBT insta a asociarse globalmente para poner fin a la violencia y la discriminación

Red Lactrans, 2014: Informe sobre el acceso a los derechos económicos, sociales y culturales de la población trans en Latinoamérica y El Caribe

Tagged

La crisis global de la masculinidad

Bloqueando la Violencia Blog

“Solo hay una cosa que es tan global como la era digital: Es la crisis de la masculinidad.”

Esta tesis fue formulada por el periodista Daniel-Dylan Böhmer en su artículo en el periódico alemán Die Welt: “¡Mujeres del mundo: Sálvanos de estos hombres!”

Böhmer observa que la violencia contra las mujeres está creciendo – no solo en América Latina, sino en todo el mundo. Escribe que en Guatemala un promedio de dos mujeres son asesinadas cada día. En la India, miles de mujeres son asesinadas por la dote cada año. En Estados-Unidos, el 83% de las niñas han sufrido acoso sexual y en la Unión Europea entre el 40 y 50% han sufrido hostigamiento laboral.

Según Böhmer, el problema no está basado en la cultura, ni en la religión. Está basado en los hombres que sufren una crisis de la masculinidad – en todo el mundo.

Recientemente, Estados Unidos votó por un presidente aunque acusado por intentos de violación se vanagloria de otras agresiones sexuales.

Böhmer se pregunta: “¿La violencia contra las mujeres en el mundo es hoy en día más fuerte, más frecuente, más brutal?”

Llega a la conclusión que es difícil investigarlo por la gran cantidad de cifras, pero se da cuenta, que hay hombres líderes en la política que frecuentemente le quitan importancia a la violencia sexual, la normalizan y la legitiman.

El periodista consta que ningún grupo terrorista en la historia del Islam colocó a la violencia sexual en el centro de sus conceptos tanto como la milicia del Estado Islámico. Con una resolución judicial que explica la esclavitud sexual de las mujeres como medio para provocar el Día del Juicio, el Estado Islámico recluta luchadores potenciales y conversos en Europa, Estados Unidos, África y Asia.

¿Pero es posible que exista un paralelo entre los feminicidios en América Latina, los esclavistas del Estado Islámico y el presidente de los Estados Unidos?

Böhmer observa que hay una cuestión que, analizada desde una perspectiva de género, es tan universal como la tendencia a la agresión sexual: las experiencias de la devaluación de los hombres en el cambio radical de las economías y las sociedades.

El ámbito laboral está cambiando. Calidades supuestamente masculinas como la fuerza y la desconsideración, están siendo devaluadas en una economía que requiere de comunicación y adaptabilidad, escribe Böhmer.

En el nuevo mundo laboral las mujeres son seguras de sí mismas, independientes y fuertes en sus relaciones. Y en Lima, Nueva York y Mossul, los hombres se quedan atrás. Ellos entran en crisis porque tienen la impresión que pierden sus privilegios, su estatus y quizás su trabajo. Esta crisis económica puede llevarles a ser más violentos, escribe la periodista Ute Scheub.

Böhmer señala que esta crisis de la masculinidad es un peligro para el planeta. Y las mujeres tampoco se salvan de esto.

¿La razón por el crecimiento de la violencia? El miedo. La nueva masculinidad consiste en la ansiedad. Su valor emocional es tan transcultural como la música pop o la Coca-Cola. Los clichés del dominante hombre blanco y del déspota oriental ya no existen más. Las antiguas imágenes culturales de los hombres han pasado a la historia, lo único que queda es este antihéroe que en realidad es un hombre tembloroso. Es una tragedia de nuestro tiempo, concluye Böhmer. El pide: Mujeres del mundo: Sálvanos de hombres como estos antihéroes. Solos ya no logramos más.

 

Fuentes:

https://www.welt.de/debatte/kommentare/article160952911/Frauen-der-Welt-rettet-uns-vor-diesen-Maennern.html

http://www.deutschlandfunkkultur.de/maenner-koennen-in-einer-krise-gefaehrlich-werden.954.de.html?dram:article_id=145104

Fotos:

(1) “GreenLabyrinth” by Ferenc Ungor is licensed under a Creative Commons license: https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/

(2) Adrian Arriola

(3) “Man” by José Carlos Cortizo Pérez is licensed under a Creative Commons license: https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/

Tagged , , , ,