Semana de trabajo en Masculinidades en Bolivia

La Violencia contra las Mujeres (VcM) es un problema mundial, que solo puede resolverse con el compromiso y trabajo articulado de vari*s actor*s. Un* de ell*s son los hombres.

Del 5 al 9 de septiembre, la Cooperación Alemana implementada por la GIZ, a través de su Programa Regional “Combatir la Violencia Contra las Mujeres en Latinoamérica – ComVoMujer” organizó la “Semana de trabajo en Masculinidades” en Bolivia, en la que participaron diversas instituciones y representantes de la cooperación internacional como la Oficial de programas de la Embajada de Suecia y un representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

El objetivo de esta actividad, de acuerdo a Irma Campos Coordinadora Nacional de ComVomujer en Bolivia, fue “iniciar un intercambio de conocimientos sobre el trabajo en Masculinidades alternativas, sus retos futuros y su sostenibilidad”.

La mesa de trabajo concluyó que, para poder lograr una línea de trabajo en Masculinidades, se debe: involucrar a las instituciones locales -como los municipios y la gobernación-, abrir las agendas de la cooperación internacional, explorar qué enfoque se está brindando a la temática, generar líneas de investigación, delimitar sectores primarios con los cuales se debe trabajar y generar agentes de cambio.

Capacitación para capacitadores

Para promover que los hombres se conviertan en agentes de cambio, Miguel Ramos, experto de Perú en el tema, entrenó a 20 futuros capacitadores en Masculinidades alternativas, en un taller que motivó en los participantes procesos de sensibilización y cambio personal, además de un compromiso para generar cambios hacia modelos de masculinidades no violentas.

La lucha por la igualdad de género debe hacerse desde una perspectiva de aliad*s. Miguel Ramos señaló que: “Los hombres somos los que tenemos que buscar los cambios en los propios hombres”. Él hace énfasis en que la lucha por la igualdad no es solo un asunto de las mujeres, sino que se trata de un problema de hombres y mujeres: “Involucra un cambio integral, no podemos ocuparnos de los hombres solo cuando ejercen violencia. Hay que trabajar todo este proceso desde la infancia, ejerciendo modelos de cambio y observando cómo se construye la masculinidad. Pensar en los hombres cuando ya actuaron violentamente lo hace mucho más difícil, a veces invíable”, expresó Ramos.

En el taller se utilizaron técnicas de aprendizaje de carácter participativo que apelaron a la experiencia cotidiana de los participantes, desde sus propias vivencias, comportamientos y formas diarias de relacionarse.

También participaron entrenadores capacitados en el primer taller de Masculinidades del año 2016, que pudieron fortalecer sus conocimientos en un Taller de Refuerzo.









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